jueves, 16 de abril de 2015

No somos dueños de nuestro destino

A lo largo del día tomamos cientos de decisiones, muchas insignificantes, otras que marcarán nuestro futuro ¿qué me pongo? ¿qué compro para desayunar? ¿a qué hora quedamos? ¿qué quiero estudiar? ¿en qué quiero trabajar? Pero, realmente ¿estamos seguros de que eso marcará nuestro destino? ¿creemos que hay decisiones que harán que todo sea más sencillo, y otras que lo cambiarán todo? Pensar en todas las posibles consecuencias nos volvería locos. Por eso, pensamos que sólo nosotros podemos cambiar nuestra vida, pero ¿y si no es así? Eso nos haría caer en una indefensión aprendida. Según Seligman, esta es una expectativa de incontrolabilidad, una pérdida percibida de control del ambiente. ¿Os imagináis que pasaría, si no controlásemos nada?
Desde pequeños, nos educan a pensar que las decisiones son cosa nuestra, que somos dueños de nuestro propio destino. Pero, hay cientos de variables externas que no controlamos. Esto está avalado por múltiples ciencias.  La sociología, en su estudio de la conducta humana en sociedad, presenta fuertes impedimentos cuando lo hace en el ambiente externo. Ellos mismos reconocen, que esto es debido a todas las variables externas INCONTROLABLES. Pero realmente, nosotros vivimos y decidimos en este ambiente externo. En realidad, todo esto ya lo sabemos porque ¿cuántas veces nos hemos preguntado: ¿qué hubiera pasado si...? Sin embargo, la mente humana, toma incontables caminos a lo largo de un día, y su capacidad limitada no le permite estudiar a fondo cada uno de ellos. Por eso, dividimos el mundo en decisiones vitales y menos importantes. Así, lo urgente siempre irá primero. Además, el ser humano es hedonista, la mente evitará pensar que no podemos controlar ni lo más sencillo. Aunque puede que realmente sea así, al fin y al cabo, puede que decidir ir en bicicleta a trabajar, una decisión considerada como menos importante, haga que tengas un accidente.
En el fondo, todos sabemos que no somos dueños de nuestro destino.


Y por eso, lo que sí es cierto, es que debemos hacer lo que nos apetezca en cada momento. No podemos dejar mañana lo que podemos hacer hoy, porque nunca sabemos que nos deparará el futuro, por muy cerca esté.




Finalmente, he decidido emprender un blog. Llevo años con ganas de escribir mis pensamientos en unas líneas, investigar sobre temas que me resultan inquietantes, y subir algunas fotos como aprendiz de fotográfa. Sin embargo, parecía que nunca sacaba tiempo. Y todas las noches, me decía: mañana. Hoy es ese mañana. Y os invito a todos, a que el vuestro también lo sea.


Esta primera entrada, quiero dedicarla a una persona que no conocía, pero que lo que le ha ocurrido me ha hecho pensar, y me ha inspirado para que ese mañana sea hoy. Y desde aquí mandar mucho ánimo a sus amigos y familiares.


Hakuna Matata



No hay comentarios:

Publicar un comentario