lunes, 7 de septiembre de 2015

¡TIENE HUEVOS!

¡TIENE HUEVOS! Es increíble que haya tenido que pasar una tragedia que alguien fotografió y decidió enviarla a los medios de comunicación. Nos han bombardeado estos días con la foto de un niño Sirio llamado Aylan Curdi (sabemos  hasta el nombre del niño, y si me apuras del padre) que murio ahogado en las costas de Siria escapando de la guerra. Los más morbosos han decidido compartir la foto en sus redes sociales para que todos sepamos que POR FIN se han indignado por lo que está ocurriendo en un país lejos del nuestro. Y es que...¡TIENE HUEVOS QUE HAYAN TENIDO QUE ENSEÑARNOS LA FOTO DE UN NIÑO MUERTO PARA QUE NOS INDIGNEMOS Y ABRAMOS LAS FRONTERAS! En Siria hay una guerra civil desde 2011 (recordamos que casi acabamos el 2015) debido a que varios grupos de rebeldes decidieron derrocar el gobierno de Al-Assad y su régimen dictatorial y sanguinario (¿sanguinario? ¿y la guerra?). Parece ser que esta guerra está apoyada por varios países. En primer lugar, Estados Unidos les venden las armas, y en segundo lugar, nadie hace nada, y por acción o por omisión, lo mismo da. Y resulta, que 4 años más tarde, los países empiezan a solidarizarse con los refugiados supervivientes. La foto del niño Sirio ha dado la vuelta al mundo, y ha generado una gran respuesta emocional en todas las personas, que indignadas y sin soportar la culpa deciden hacer pequeñas muestras de solidaridad para esas personas que siguen huyendo, con la idea de que eso hará que lo de Aylan no vuelva a suceder. Esto es lo que se conoce como porno-drama, que define las tragedias desde el sufrimiento que conllevan, y circunscrito a una situación concreta (Diez, E 2015) Esto se utiliza en los mass media para aumentar la audiencia y hacernos creer que informan de manera neutral sobre lo que está ocurriendo en todo el mundo. Y genera una respuesta emocional  tan fuerte que para bajar la intensidad comienza a haber una explosión de pequeñas dosis de solidaridad. Pero, esta solidaridad sólo se dirige hacia el resultado de la situación, no hacia el cambio de la misma. Diversos estudios de Psicología Social demuestran que la solidaridad es mayor cuanto más cerca estemos unos de otros, y eso es por la cohesión grupal que se produce al sentirnos dentro de la comunidad, por ejemplo, si algo ocurre en nuestro edificio es más probable que ayudemos. Personalmente, creo que esto se debe a que no tenemos conciencia de grupo humano, porque nos dividimos en países, culturas, razas, etnias, y olvidamos que hay una cosa que nos une: los derechos humanos. Porque ayudar a todo el mundo ocupa mucho tiempo. Siguiendo con el tema, todo este bombardeo de imágenes está haciendo que olvidemos las causas por las que todo empezó, olvidamos que aunque acojamos a las familias Sirias, hay otras que mueren en el intento, otras que mueren antes de intentarlo... porque el ombligo humano de cada uno nos impide ver, porque eso implicaría algo más, como el darnos cuenta que en Siria hay una guerra civil muy cruel, pero según UNICEF 19.000 niños mueren de hambre al día (y nosotros nos escandalizarmos por uno) ¿Sabéis que en la tierra hay suficientes recursos para que todos podamos vivir bien? Eso implicaría que algunos no vivieran extremadamente bien. 
¡QUE TIENE HUEVOS! Las elecciones están a menos de dos meses, los gobiernos europeos POR FIN deciden escalaziarse, y el nuestro permite llegar a refugiados Sirios y tiene una valla en Melilla que impide pasar a cientos de emigrantes y que mueren en el intento.
Dejemos de mirar nuestro ombligo y creer que con unas pequeñas donaciones se termina todo. Nuestra indignación debe unirse para un cambio global, antes de volver a ver a la siguiente víctima del porno-drama, que con nuestras redes sociales y la opción de compartir no ayudamos, sólo eliminamos nuestra culpa. 








miércoles, 19 de agosto de 2015

Momentos, montones y montones de momentos.

Nuestra vida se basa en momentos, en montones y montones de momentos. Algunos son tan minúsculos que se nos escapan entre los dedos de las manos al cogerlos, pero cuando queremos recordarlos ahí están los mejores. Y da la casualidad que la mayoría de ellos son con otras personas. ¡Para! dedícate un segundo a pensar en ellos, ¿cuántos has contado en los que te encuentres solo? Es cierto que muchos disfrutamos simplemente leyendo un buen libro o escuchando las pisadas sobre las hojas mojadas cuando practicamos el tan famoso running, pero, ¿cuántos detalles precisos de esos recuerdas? De los mejores momentos, recordamos el olor de aquellas flores cercanas, la suave brisa que nos movía el pelo, o la carcajada de tu amigo que os asustó a todos. Y esos instantes compartidos con aquellas personas merece la pena la sonrisa que todos nosotros tenemos ahora recordando alguno de ellos. Sin embargo, los humanos somos estúpidos. Nos creemos perfectos, pensamos que nunca hemos hecho daño a nadie, y que hemos sufrido más que ninguna otra persona. Y por eso, cosas como enfados estúpidos o la malvada distancia, hace que dejemos de vivir momentos con alguna gente que en algún instante nos han hecho sonreír, pero, ¿porqué? Si fuiste capaz de captar cada aroma, cada detalle de esa situación con esa persona, porqué no eres capaz de coger el teléfono y llamar para saber que cómo está. Si en algún momento de tu vida era importante, merece la pena intentarlo una y otra vez, porque somos humanos, y seguro que nosotros también somos aquella persona que hizo daño a alguien, o que se distanció sin saber porqué. Levantad el teléfono, recordad, y si mereció la pena, seguro que aún os faltan muchos montones de momentos que pasar juntos. Que el orgullo humano no pueda con nuestra fantasía. Cuando eres pequeño tienes montones de amigos con quien vivir montones de momentos. Los adultos te dicen que cuando seas mayor tendrás amigos que se cuenten con los dedos de las manos. Y es verdad. Pero, porque no sabemos perdonar, y no sabemos luchar contra las barreras. Nos conformamos con algo que desde niños nos enseñan. ¡NO! Madurar no es perder a la gente. Madurar es darse cuenta que por muchos errores que otros cometan, tú estarás ahí, porqué tu también fallarás. Y sí la distancia se interpone, las tecnologías nos ponen la excusa perfecta para seguir en contacto con tus amigos de la guardería.

Entre todos las situaciones que he vivido, y a ellos va dedicado, quiero destacar aquellos que he vivido en los campamentos. Porque durante algún mes, pasas montones de momentos con personas que a veces ni conoces. Y te sacan muchas sonrisas.Tantas que un mes más tarde, eres capaz de acordarte de aquel niño que no dejaba de preguntar, de aquella niña a la que cogiste tanto cariño, o de aquel monitor que intentaba sacarte mal en las fotos. Y si durante algunos días fueron tu familia, ¿porqué la rutina  tiene que hacer llegar el olvido?
Yo en este sentido, he tenido mucha suerte. Pero, os invito a todos, a que estés donde estés, dediquéis este momento a pensar en otros, y si os falta alguien, recuperar lo.

miércoles, 8 de julio de 2015

Barreras

¿Alguna vez os habéis parado a pensar lo parecidos que somos? Todos hemos oído alguna vez la frase de "cada persona es un mundo", como si todos nosotros fuéramos muy diferentes unos de otros, como sí cada persona no se pareciera en nada a tí. Pero, en realidad, somos muy similares. Para empezar, somos personas con los mismos sentimientos e inquietudes. ¿Qué sería de ciencias como la psicología o la sociología si no nos pareciéramos en nada? No existirían teorías, ni leyes sobre el comportamiento humano. Pero aún así, tratamos a los demás como si fueran extraños a nosotros, sobretodo si creemos que son menos válidos. Así surge el racismo, la xenofobia, el machismo, los prejuicios a las personas con discapacidad, etc. Somos nosotros los que nos ponemos barreras como sí estuviéramos en la Alemania dividida. Sí una persona no puede ver, no me relacionaré con ella, porque no puede verme ¿acaso no podrías ser tú esa persona que no ve?¿alguna vez has pensado que igual que naciste en España, podrías haber nacido en Senegal? ¿crees que eres inmune a los accidentes que te dejan sin visión, sin audición o sin movilidad? ¿Cómo te sentirías si las demás personas, similares a tí, no te tratarán igual sólo porque según ellos eres diferente? ¿Diferente a qué? Les excluimos de la sociedad porque tenemos miedo, no tenemos los valores necesarios para tener la iniciativa, ¿porque aprendemos ingles, pero no sabemos lenguaje de signos? Los que somos diferentes somos nosotros, porque ellos tratan a los demás de la forma que se tratan entre ellos, pero nosotros, nos creemos superiores porque "tenemos suerte", y nos comportamos como si estuviéramos detrás de un muro sin poder comunicarnos con ellos. En realidad, la comunicación se creó porque era necesaria para la supervivencia de la especie humana, ya que con la creación de las sociedades más complejas y nómadas no quedaba más remedio que comenzar a hablar y  gesticular. Y sin embargo, miles de años después, sabemos que la comunicación es oral y no oral, y que ambas son igual de importantes, pero no somos capaces de comunicarnos con todas las personas, independientemente de su condición. Somos diferentes sí, pero porque somos nosotros los que ponemos las barreras, que hacen esas personas desarrollen un corazón enorme, al que nosotros solo podremos envidiar.
Recordad que todos somos diferentes, porque todos somos únicos, pero que todos tenemos ojos, nariz, orejas, pensamientos, sentimientos, inquietudes, que nos hacen similares. No pongamos barreras, eduquemos a los niños en valores y no en matemáticas. La profecía autocumplida hará que esas personas se excluyan, pero no son ellos, somos nosotros los que empezamos. Hagamos un mundo mejor, la diversidad es la esencia de la especie.


Dedicado a AICE y a todas las personas que luchan contra las barreras. por hacer un mundo un poco mejor.

domingo, 21 de junio de 2015

Cuando se traspasa el límite de lo esperado

+Los seres humanos somos racionales por naturaleza, esto es, que ante nuestras decisiones sobre cómo actuar anticipamos las posibles consecuencias de ellas. Esta característica nos distingue de los demás animales. Es cierto que la adolescencia es un período caracterizado por la prevalencia de conductas en ausencia de reflexión, y que las características personales relacionadas con la impulsividad crean diferencias entre nosotros sobre el grado de racionalidad de cada uno. Pero, todos la poseemos por el hecho de ser seres humanos, y está con nosotros toda la vida. Ante decisiones más o menos importantes utilizamos la anticipación, ¿qué sucederá si hago esto?¿y esto? Nos basamos en nuestras experiencias pasadas ante situaciones parecidas, por ejemplo, si en el pasado suspendí cuando no estudié, procuraré estudiar un poco más si quiero aprobar. Pero, lo importante de todo esto, es que sobretodo la utilizamos ante lo que la sociedad nos dice que es crucial para nuestra vida ¿quiero seguir estudiando? ¿que quiero ser de mayor? Esto es así porque consideramos que son decisiones importantes, y que marcará nuestro camino, así que tenemos en cuenta todas las variables. Sin embargo, sabemos por experiencia que dada la capacidad limitada de nuestra mente no podemos tener en cuenta todos los caminos, así que seleccionamos los que creemos con mayor probabilidad de que sucedan. Y para consolarnos anticipamos posibles soluciones al fracaso en nuestra decisión, por ejemplo, si decido estudiar algo que no me gusta, podré dejarlo y empezar otra cosa.  Porque sabemos que hay veces que las cosas no salen como esperamos. Al pensar en ello, todos nos vamos al fracaso, sin embargo, a veces las expectativas superan con creces lo que esperábamos. Hoy, voy a hablar de esto. De aquellas veces, en las que te das cuenta de que has tomado la decisión correcta, que es lo que tú querías, lo que has estado buscando tanto tiempo, y por fin los has encontrado. No sabes explicar lo que sientes, caminas feliz, rodeado de personas espectaculares que no esperabas conocer. Por que cuando esto ocurre, todo está bien, los resultados son buenos, cumples tus objetivos, y además la gente que conoces gracias a esa decisión es mucho mejor de lo que esperabas.
Esto no suele ocurrir, porque las situaciones son mucho más complejas, y siempre hay algo que falla, algo que hace que no se traspase el límite de lo esperado. Por eso, cuando te encuentras con una situación así, disfrutala, haz de cada momento único, aprende, lucha, ama, cree en ti.


Hakuna Matata

Dedicado a mis compañeros y profesores de Educación Social, que han superado mis expectativas con creces. No sólo he aprendido mucho de los profesores (la mayoría de ellos trasmiten los conocimientos cómo jamás nunca esperaría de una Universidad, creen en los que hacen y lo contagian), si no también de ellos, mis compañeros, por la unión inesperada que tenemos entre todos, porque juntos caminamos de la mano para conseguirlo, y por eso, enhorabuena a todos por vuestro primer año, sé que seréis grandes Educadores Sociales, porque eso es lo que no están enseñando a ser.

martes, 12 de mayo de 2015

Unos nacen con estrella y otros estrellados

Queremos ser mejores que los demás. Nos educan en la competitividad, desde pequeños nos enseñan que debemos ser buenos allá donde nos desarrollemos, si eres malo en fútbol te elegirán el último, si sacas malas notas, te pondrán al lado del profesor. Te puntúan con una nota numérica que dan en voz alta, y felicitan al ganador de la que sea más alta. Puede que tú hayas sacado un 10 en matemáticas, pero nadie es perfecto, y el 10 en Lengua se lo llevó tu compañero. Hagamos lo que hagamos siempre habrá alguien mejor que tú, y no lo soportamos. Siempre queremos ser los mejores, aunque sabemos que la perfección no existe. Pero lo peor viene cuando alguien es mejor que tú sólo porque es familia o amigo de alguien.  No podemos hacer nada, intentar mejorar sería un fracaso, porque ante eso no podemos luchar. Pero no nos educan en solidaridad, no pensamos en los demás, si mi padre es el empresario de una gran multinacional, y me contrata a mi aunque me haya pasado las horas en la cafetería, no es mi problema ¿Quién no se iba a aprovechar de tales ventajas? Al fin al cabo, yo sacaba el 10 en matemáticas, y él en Lengua. Da igual lo hagas, el mundo es injusto. Nunca serás perfecto, nunca llegarás a ser mejor que nadie, porque siempre habrá alguien mejor que tú, y lo más cruel de todo, es que siempre habrá alguien con mejores contactos. Y aún así, nos indignamos, claro yo no puedo disfrutar de tales ventajas. Ahí está la hipocresía humana, que nos hace ignorar que nosotros también lo haríamos en su situación. Sin embargo, para que el linaje importe, siempre debe haber alguien en el otro extremo de la balanza. Una persona que persigue aquel sueño Americano de llegar a tener todo, habiendo tenido la nada. No nos engañemos, eso no existe. El estatus social, es algo que aunque se puede cambiar, es muy difícil que esto ocurra. Porque la sociedad nos impone esta posición social, ¿porqué un médico tiene mayor estatus que una ama de casa, quien lo dice, lo dices tú? Y este estatus, es diferente en distintas situaciones, por ejemplo, un médico no tendrá el mismo estatus entre médicos (el cirujano tendrá mayor estatus), que entre personas que son amas de casa y jardineros. Aún así, prevalece la idea de que para que haya posiciones altas, otras tienen que ser bajas. Como decía el sociólogo y economista Karl Marx, para que la sociedad cambie debe haber conflicto entre los que tienen menos y los que tienen más. Aunque él basaba su teoría sólo en la propiedad privada, es decir, en quien tienen más dinero y menos poder adquisitivo, mientras que el estatus tiene que ver con más variables (por ejemplo, cómo decíamos antes la profesión de cada uno, o el género, las mujeres tienen menos estatus que los hombres), sabemos que hoy en día, la competitividad entre unos y otros es aquel conflicto que permite que la sociedad sea dinámica. Pero una habilidad puedes aprenderla,porque con la competitividad todos queremos ser mejores, aquel niño que tenía un 9 en Lengua, consiguió el 10, la única diferencia entre unos y otros lo marcará aquellas variables incontrolables, como donde has nacido, o quien te ha criado.


Es una visión pesimista de la sociedad, pero que nosotros podemos cambiar educando en la solidaridad y el respeto.Puede que sea imposible que el conflicto de lugar a una sociedad sin clases sociales habiendo democracia, y yendo más allá, sin estatus. Sin embargo, si es posible que la las ganas por hacer cosas, aprender y ser mejor persona primen más que las notas académicas, o los contactos....

"Unos nacen con estrella, y otros estrellados"

Hakuna Matata

viernes, 8 de mayo de 2015

Mundos diferentes

¿Cuántas veces hemos pensando que te gustaría ser otra persona? Millones y millones de veces. Incluso la gran mayoría podríamos contestar con su nombre.Todas las personas tenemos un ídolo que marca nuestra vida, para la mayoría es alguno famoso al que envidiamos por la vida que tiene (traducido a una cuenta bancaria con muchos ceros). Sin embargo, estoy segura de que todos, alguien más próximo, con la vida más cercana a la nuestra, en algún momento hemos pensando: cómo me gustaría ser esta persona. ¿Porqué? Puede que sea más fuerte, más inteligente, con mayor capacidad memorística... La envidia es un pecado capital, pero por alguna razón todos la poseemos. Y aunque creamos que está mal, cuando esa envidia permite que admiremos a una persona, y nos permita intentar ser mejor personas, es un gran pecado en el que todos deberíamos de caer.
A pesar de todo esto, hoy no vengo a hablar de esto, si no de el porqué no nos conformamos con como somos, porqué siempre queremos ir a más. Si te encuentras ante un problema, pensamos, como me gustaría ser fulanito, ante estas cosas tiene un comportamiento ejemplar ¿Ejemplar para qué, para quien? La conducta que realizamos ante un determinado estímulo, interacciona con el entorno y la persona. El estímulo puede ser el mismo, pero el lugar en el que ocurra, cómo sea es persona, incluso como se sienta, influye. Esto es a lo que Bandura llamaba El modelo triádico de la conducta, donde los tres factores (persona, conducta y entorno interaccionan entre ellos dando resultados totalmente diferentes siempre). Pero nosotros sólo nos quedamos con la persona, creemos que es la persona la que cambia todo. Es cierto, que la personalidad tiene mucho que ver, si una persona es introvertida, cuando vaya a una fiesta va a comportarse con cierto grado de intraversión, pero, si está con personas que conoce, puede que sus conductas sean más cercanas a la extraversión, por ejemplo. Gordon Allport decía que "es una organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determinan una forma de pensar y de actuar, ÚNICA en cada sujeto en su proceso de adaptación al medio" Es decir, que las circunstancias por las que nos movamos  a las que inevitablemente tenemos que adaptarmos, influyen en nuestra personalidad. Sin olvidar, que cierto porcentaje de ella está determinado genéticamente.
Por lo tanto, la genética y el ambiente crea personas ÚNICAS, que continuamente interaccionan con circunstancias y personas, que le van a haciendo forjar ciertas características como propias. Es verdad, que en nuestra mano está cambiar si algo no nos gusta, y que no todas estos rasgos son adecuados, pero no podemos juzgar ya que ahora sabemos que todo está determinado, y que nunca sabremos que habríamos hecho nosotros en una situación.

Podemos parecernos físicamente a Cristiano Ronaldo, pero nunca seremos como él. Porque todos somos diferentes. Somos únicos. Comencemos a pensar como tal.


"Yo soy yo, y mis circunstancias" - Ortega y Gasset.

Hakuna Matata

lunes, 27 de abril de 2015

Conciencia colectiva entre el individualismo

Hace unos días las redes sociales y los medios de comunicación nos alertaban de un muchacho de 13 años que había asesinado a su profesor. Todos pusimos el grito en el cielo, y durante unos segundos pensamos ¿cómo ha podido hacer eso? y la respuesta llegó al instante; tenía que estar loco ¿porqué fuimos capaces de pensar todos al unísono y con tanta rapidez eso?  La respuesta es sencilla: porque nadie "normal" sería capaz de realizar un acto tan atroz. Pero, ¿alguna vez nos hemos preguntado, qué es ser normal? Hay varios criterios para definir la normalidad: el médico nos habla de las personas sanas, el sociocultural de aquellas personas que se adaptan al ambiente, el estadístico aquel que se encuentra dentro de la zona de aceptación de la campana de Gauss... Entoces ¿con cuál nos quedamos? Una persona con gripe, ¿no es normal? las personas que lapidan a las mujeres que son adulteras ¿son normales? Y ¿si tú inteligencia está por debajo de la media? Es curioso cómo ante ciertos actos todos contestamos con un criterio subjetivo de normalidad, a la vez que idolatramos a las personas diferentes, aquellas que "no son normales". Independientemente, de las consecuencias que ese acto y otros parecidos deben de tener, y sin entrar si las leyes son buenas o malas, nadie respondimos a esa pregunta desde una postura crítica. ¿Cómo somos capaces de criticar el sistema legal, que no permite la entrada a prisión de un niño de 13 años, sin mirar porqué ese niño de 13 años no tenía la inocencia que no le permite entrar en la cárcel?  Los seres humanos somos capaces de echar pestes contra las cadenas de televisión por ofrecemos una información sesgada, mientras nos creemos a pies juntillas la razón que tuvo el niño para hacer eso. Esto se debe a que era algo que "ya sabíamos" y además, nos protege de que nos ocurra a nosotros. Porque la razón está en el niño, y no en los demás. ¿Cuántos se informaron de lo que realmente era un brote psicótico, sus causas, su prevalencia...? El porcentaje es ínfimo. Nos desentendimos del problema, porqué ir más allá nos ocupa tiempo en nuestras vidas, y nos hace participes. Nunca nos importa lo que ocurre en los países más subdesarrollados porque nos queda demasiado lejos, y cuando ocurre aquí, contestamos rápido para obviar que podríamos haber sido nosotros (cualquiera de los implicados). Lo dejamos todo en las características individuales del sujeto (las cuáles los demás no tenemos) y olvidamos los aspectos contextuales. Si hubiéramos parado a pensar, puede que pensáramos en los padres del niño (pero el rol de padres nos queda muy cercano) o incluso en la sociedad en general y el porcentaje de violencia que echan por la televisión (algo que ciertos estudios resulta que relacionan con algunos brotes psicóticos agresivos).  Pero, la mente humana es egoísta, y perezosa


Recordad que todo esto, es independiente a lo que deba ocurrir una vez producido el suceso. Si no que debe ser algo que nos haga reflexionar en las causas, para que en vez de pensar en las consecuencias, podamos pensar en cómo evitarlo. Aunque eso implique que tengamos que dejar de mirar a nuestro ombligo.


Hakuna Matata


lunes, 20 de abril de 2015

Los pequeños detalles conllevan grandes consecuencias

¿Cuántas veces pensamos en la inmensidad del Universo? ¿Es grande, eh? No sabemos que habrá más allá, y nos asusta pensar que no estamos solos. Nos sentimos insignificantes, como una hormiga cuando camina en busca de comida. Sin embargo, no es así.  Todo el mundo nos dice que somos imprescindibles, y nos lo creemos, al fin y al cabo, solo somos una persona de entre más de 7000 millones (y sólo en nuestro planeta). Pero, ¿qué significa ser imprescible? ¿qué si no lo hago yo, otra persona lo hará por mi? Ahí se sustenta el capitalismo, sí tú eres productivo, otra persona lo hará mejor qué tú. Un profesor puede hacer el mismo trabajo que otro, pero aquel niño rebelde que nadie confiaba en él, llegó a crear su propia empresa gracias a qué un profesor le inspiró. Si nos paramos un momento a pensar, nos daremos cuenta, que al menos a una persona le hemos cambiado la vida, incluso sin darnos cuenta. Y seguro, que podemos decir la que nos lo ha cambiado a nosotros. Aquel amigo que nos dio un consejo que seguimos y ahora es todo distinto, o simplemente, aquella persona con la que chocamos que impidió que tuvieramos un accidente. Todos estamos conectados. A esto se le denomina "seis grados de separación", y es la hipótesis que intenta comprobar que cualquier persona en la Tierra está conectado a través de una serie de conocidos. Y es qué, quien no ha dicho la frase "el mundo es un pañuelo. Si esto es así, ya no somos tan poco importantes. Por eso, no podemos pensar que somos imprescindibles, porque nadie lo es, si ese amigo no nos hubiera dado aquel consejo, todo sería diferente.  Sí, todos tenemos esa persona especial que te cambia la vida, aunque no nos hayamos dado cuenta. Y para alguna persona, nosotros somos esa persona.

Muchos de nosotros podremos dar el nombre. Para algunos será un desconocido que nos ayudó, para otros los padres que lucharon por él, para otros un amigo o la pareja que te hace sonreír y olvidar los problemas. Cualquier pequeño detalle que hagamos, a cualquier persona en todo el mundo, puede tener consecuencias tan grandes, que nos conviertan en prescindibles.

 Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo - Gabriel García Marquéz.

viernes, 17 de abril de 2015

Estrellas apagadas

Seguramente sea un planteamiento simplista, pero probablemente sea uno de los problemas del Sistema de Educación Continental. Este sistema, se basa en tener actividades de horas para realizar en casa junto con tus padres, una enorme diferencia entre el rol de profesor y el rol de alumno, y en un aprendizaje memorístico más que significativo. 
Lo que sugiero, es que se basa en aprender gran cantidad infame de conocimientos teóricos. Principalmente, viene dado porque se equipara Inteligencia con el cociente intelectual. Pero, ¿qué es el cociente intelectual? No es más, que un número que miden los test de inteligencia. Lo creamos o no, todos pensamos así, al fin y al cabo, es cómo nos han educado. Entre más sepas, más listo eres. Sin embargo, pasamos por alto, teorías en enorme auge como la Inteligencia Emocional de Goleman, o las inteligencias múltiples de Gadner. 
Este último autor, advirtió que la inteligencia académica (la obtención de titulaciones y méritos educativos; el expediente académico. "la titulitis de España" ) no es un factor decisivo para conocer la inteligencia de una persona. De esta forma, plantea la existencia de 8 tipos de inteligencia: La inteligencia lingüstica, la lógico-matemática, espacial, corporal, musical, interpersonal, intrapersonal, y naturalista. Resulta, que hay evicencias de su existencia, y si no, ¿porqué admiramos las obras de Da Vinci? ¿porqué podemos pasar horas escuchando a Mozart? ¿porqué Bolt es un referente mundial en el mundo? Sin embargo, a la hora de la verdad, tener un título académico, que te diga que eres especialista en una materia, es lo que vale. Y digo título académico, porqué una medalla en atletismo no te hace inteligente según la sociedad. 
Pero, la cosa no termina ahí, parece ser que hay una idea generalizada de que esa única inteligencia, la inteligencia general, es innata, y además, se extrapola a otros ámbitos. Por ejemplo, si tienes una carrera académica, eres más listo que tú vecino que se ha pasado la vida trabajando de camarero. Y además, si por las circunstancias de la vida, acabas tú también realizando un trabajo en hostelería, el mundo tendrá altas expectativas del modo en que lo desempeñaras. Y si no es así, todos se preguntarán ¿cómo se ha podido sacar una carrera?. Volviendo a Gadner, todo el mundo tiene todas las inteligencias, pero la vida no es justa, y no todos brillan por igual. Pero lo importante de esta teoría es que existen una serie de perfiles: algunos tienen picos altos en algunas tareas y otros en otras, pero siempre podemos mejorar en las más bajas. Esto implicaría un compromiso de enseñar, que el egoísmo humano impide. Así que, si no brillas en algo, o te cuesta aprenderlo más que a otros, el propio contexto te excluye, y así esa persona que en un primer momento no es bueno de camarero, es despedido de inmediato. Resulta que su vecino es más inteligente que él en tareas espaciales, e intrapersonales, y él en la lógico-matemática. Pero, ninguno de los dos, desarrollará las de su compañero, porque la sociedad está demasiado ocupada viviendo la vida deprisa. 


Seguramente, encontramos muchos ejemplos de este tipo. Debemos cambiar nuestra forma de pensar, porque puede que estemos dejando pasar al próximo Martin Luther King. Y por encima de todo, cuidado con como tratamos a las personas que no brillan en algo, porque no debemos olvidar, que el modo en el que tratamos a los demás, influye en su forma de comportarse, es la profecía autocumplida.


Dejad de vivir la vida tan rápido, eso nos impide ver que hay otras personas al rededor que necesitan nuestra ayuda, y que con ella, terminarán brillando.

Hakuna Matata



http://www.abc.es/20111026/ciencia/abci-entrevista-howard-gardner-201110260157.html#.VTC_Kl1DwUc.facebook

Para cambiar la educación:

http://www.ideasworldcup.com/

jueves, 16 de abril de 2015

No somos dueños de nuestro destino

A lo largo del día tomamos cientos de decisiones, muchas insignificantes, otras que marcarán nuestro futuro ¿qué me pongo? ¿qué compro para desayunar? ¿a qué hora quedamos? ¿qué quiero estudiar? ¿en qué quiero trabajar? Pero, realmente ¿estamos seguros de que eso marcará nuestro destino? ¿creemos que hay decisiones que harán que todo sea más sencillo, y otras que lo cambiarán todo? Pensar en todas las posibles consecuencias nos volvería locos. Por eso, pensamos que sólo nosotros podemos cambiar nuestra vida, pero ¿y si no es así? Eso nos haría caer en una indefensión aprendida. Según Seligman, esta es una expectativa de incontrolabilidad, una pérdida percibida de control del ambiente. ¿Os imagináis que pasaría, si no controlásemos nada?
Desde pequeños, nos educan a pensar que las decisiones son cosa nuestra, que somos dueños de nuestro propio destino. Pero, hay cientos de variables externas que no controlamos. Esto está avalado por múltiples ciencias.  La sociología, en su estudio de la conducta humana en sociedad, presenta fuertes impedimentos cuando lo hace en el ambiente externo. Ellos mismos reconocen, que esto es debido a todas las variables externas INCONTROLABLES. Pero realmente, nosotros vivimos y decidimos en este ambiente externo. En realidad, todo esto ya lo sabemos porque ¿cuántas veces nos hemos preguntado: ¿qué hubiera pasado si...? Sin embargo, la mente humana, toma incontables caminos a lo largo de un día, y su capacidad limitada no le permite estudiar a fondo cada uno de ellos. Por eso, dividimos el mundo en decisiones vitales y menos importantes. Así, lo urgente siempre irá primero. Además, el ser humano es hedonista, la mente evitará pensar que no podemos controlar ni lo más sencillo. Aunque puede que realmente sea así, al fin y al cabo, puede que decidir ir en bicicleta a trabajar, una decisión considerada como menos importante, haga que tengas un accidente.
En el fondo, todos sabemos que no somos dueños de nuestro destino.


Y por eso, lo que sí es cierto, es que debemos hacer lo que nos apetezca en cada momento. No podemos dejar mañana lo que podemos hacer hoy, porque nunca sabemos que nos deparará el futuro, por muy cerca esté.




Finalmente, he decidido emprender un blog. Llevo años con ganas de escribir mis pensamientos en unas líneas, investigar sobre temas que me resultan inquietantes, y subir algunas fotos como aprendiz de fotográfa. Sin embargo, parecía que nunca sacaba tiempo. Y todas las noches, me decía: mañana. Hoy es ese mañana. Y os invito a todos, a que el vuestro también lo sea.


Esta primera entrada, quiero dedicarla a una persona que no conocía, pero que lo que le ha ocurrido me ha hecho pensar, y me ha inspirado para que ese mañana sea hoy. Y desde aquí mandar mucho ánimo a sus amigos y familiares.


Hakuna Matata